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Mostrando entradas de agosto, 2021

Un verano de Whatsapp por el sur de Italia: IV. Nápoles

Y por fin llegamos a Nápoles. Oh, Nápoles, tú Nápoles, la mítica Nápoles. La “nueva polis” que tantos caminos griegos abrió desde la isla Ischia. Qué si Roma es eterna, tú infinita. ¿Cómo contarte? ¿Cómo cantarte, si tanto te admiro como aborrezco? ¿Si tanto me contrarías como clarificas? ¿Si eres convergencia de armonía y caos, de inmundicia y exquisitez, de vitalidad extrema y de muerte? Que ciudad tan febril y difícil de definir, tan rupturista y equilibrada en sus contrastes extremos.    Napule o Napoli, como aquí se la llama, es una de las ciudades más pobladas de Italia. Controlada por la Camorra, cuenta con una alta tasa de desempleo y un importante pellizco de su PIB depende de la economía sumergida. Desde el tiempo de los virreyes españoles, allá por los siglos XVII y XVIII, el vandalismo, el clientelismo y el contrabando son problemas endémicos y se ve. Por otra parte, su presente también comprende el rico desarrollo cultural que, como el de las urbes más importantes del

Un verano de Whatsapp por el sur de Italia: III. Tarento y Matera

Hace una noche apacible de verano y estamos en una monumental plaza barroca del sur de Italia. En el centro hay un hombre de atractivo perfil mediterráneo vestido con un traje de lino claro que deja intuir su pecho tostado por el sol. Va descalzo, en la mano lleva un par de sandalias. De un lado de la plaza aparece otro hombre también guapo y mediterráneo salvo por la altura, pues es más alto de la media. Va en vaqueros y camisa blanca a medio abotonar, sujeta una chaqueta que apoya sobre uno de sus hombros. Despacio se acerca al otro, a quien mira con sus penetrantes ojos negros mientras dibuja una pequeña mueca lateral presuntuosa con sus labios carnosos. Al verlo, el primero sonríe y enseña sus dientes blancos. Cuando ambos están suficientemente cerca, uno besa el cuello del otro con erotismo escalofriante. Entonces, sin más e inmediatamente, la noche se transforma en día y los dos aparecen ahora en la terraza de un restaurante situado en un acantilado a pie de un mar azul turques

Un verano de Whatsapp por el sur de Italia: II. Lecce

Somos varios los que hacemos cola en el acantilado; niños, jóvenes y no tan jóvenes queremos volar y caer al mar. Entonces llega un chico guapo, de unos veintisiete años, musculado de gimnasio y depilado, con bañador tipo slip que se ciñe mucho a sus redondeces traseras y delanteras. Ya le toca. Salta con los brazos extendidos hacia delante y el cuerpo firme; como un martín pescador se adentra de cabeza en el mar. Viéndolo, de pie y boquiabierto, el chico gordito de unos diez años que esperaba tras él musita embelesado:          -Bellisimo! - Maravilloso! -exclamo yo. Acabo de entender qué es la Gran Belleza, este retrato que Paolo Sorrentino hizo de la sociedad italiana en su película con el mismo nombre. Italia se construye y encuentra a sí misma en la apariencia de las formas. Es su absurdo, su esencia barroca. Atrás queda Bari, atrás sus altares y supersticiones, sus arcos y murallas, las manos de las mujeres haciendo pasta, los cajones de tomates secos, el griterío vivo, el gest

Un verano de Whatsapp por el sur de Italia: I. Bari y alrededores

La pintura representa a Hércules hablando con Hipólita, reina de las Amazonas, cuando la intentaba persuadir para quedarse con su cinturón. Este era famoso por su gran belleza y riqueza, de ahí que conseguirlo fuera uno de los doce trabajos del mítico héroe. El fragmento cerámico pertenece a una vasija griega del museo arqueológico de Bari, en el sur de Italia, capital de la Apulia junto al mar Adriático, la región que se inscribe en el tacón de la bota que hoy es Italia y en la que pasamos unos días. Llegamos el martes, pero no es hasta ahora cuando se da el momento para acomodarse en la pausa de la escritura. Muchos estímulos que seguir, mucho que ver, mucho que recorrer y, sobre todo, mucho para dejarse llevar por esta península europea tan sensual. Bari, contrariamente a lo que se puede esperar a la llegada, se presenta como una ciudad de fea y basta periferia por la que discurren, como en otras ciudades de Italia, viejas y nuevas costumbres y apariencias que, quizás avergo