Stacy Malibu
Stacy Malibu
El otro día, la realidad se volvía a confundir con la ficción. Concretamente con el capítulo de Los Simpson en el que por fin se le pone voz a la muñeca Stacy Malibu, que viene a ser la Barbie de nuestras jugueterías.
En este episodio, Lisa, la hija mayor, ilusionada ante el evento que supone que por fin Stacy Malibu tenga voz propia, organiza con pompa a todas sus muñecas en lo que parece una conferencia internacional de altas mandatarias; las coloca en torno a la recién llegada para que escuchen lo que esta tiene que decir. Así, cuando todas ocupan su lugar, la niña mete el dedo en la anilla que cuelga de la espalda de la muñeca, tira y esta se manifiesta. “Vamos a hacer galletas para los niños”, es lo primero que dice la nueva Stacy. Con la cara de pasmo que le ha dejado tal banalidad, Lisa tira otra vez del cordel: “Vámonos de compras”, propone ahora la exuberante rubia. Y la niña vuelve a tirar de la anilla, estupefacta al oír dos estupideces seguidas. “No me preguntes, solo soy una chica, ja,ja,ja”, ríe la muñeca. Y Lisa tira de nuevo, ya mosqueada: “Ahora vamos a olvidarnos de nuestros problemas con un gran helado de vainilla”. Y tira otra vez: “Si te preocupas mucho, te arrugas”. Tira, tira y tira hasta que no puede soportar tantas frases huecas. -¡No puede ser! -le grita a su hermano Bart- ¡Muchas niñas van a crecer queriendo hablar como ella, pensando que no pueden ser más que un adorno cuya única meta en la vida no es más que verse bonitas, casarse con un hombre rico y pasar el día en el teléfono hablando con sus, igualmente, vacías amigas de los fantástico que es ser bonitas y conseguir un esposo rico!”.
En la siguiente escena, Lisa va al parque donde se encuentran todas sus amiguitas jugando, tiran compulsivamente de la anilla y escuchan lo que la nueva Stacy Malibu les tiene que decir. Al verlas tan convencidas y entretenidas, les pregunta aturdida si no han notado nada raro en las frases de la muñeca, a lo que el grupo de niñas responde al unísono que no.
Lisa no cabe en su decepción e indignación, a nadie, incluida su madre, parece afectarle los mensajes cretinos y sexistas que promulga la nueva Stacy Malibu. Por eso, decide ir en busca de la célebre creadora de la muñeca y le propone que fabriquen una “que tenga la sabiduría de Sor Juana Inés de la Cruz, la fuerza de espíritu de Helen Keller, la agudeza de Simone de Beauvoir, la inteligencia de Isabel I y, además de todo eso, el cuerpo de Michelle Pfeiffer”. Esta acepta y la bautizan con el nombre de Lisa Corazón de León.
El día del lanzamiento es un acontecimiento y la pequeña Simpson está entusiasmada, tiene puestas todas sus esperanzas en que Lisa Corazón de León ayude a construir una sociedad mejor, más lúcida y menos sexista. Como en un primer día de rebajas, todas las niñas se agolpan afanosas en la puerta de los grandes almacenes de modo que, cuando se abren, corren alborotadas por el pasillo hacia la montaña de cajas de Lisa Corazón de León. Sin embargo, antes de llegar a tan deseado objeto un carro con otra montaña de cajas que contienen una renueva Stacy Malibu se interpone a la de Lisa Corazón de León e interrumpe la carrera. Las niñas confundidas dudan y entonces Lisa les pide que no se dejen engañar, que no es nueva, que sigue siendo el mismo estereotipo perjudicial, que tan solo le han puesto un sombrero para que parezca otra. “Pero el sombrero sí es nuevo” -grita una. Y todas se olvidan de Lisa Corazón de León y se arrojan sobre la montaña de la renueva Stacy Malibu de la que no dejan ni una. Y así acaba el capítulo.
Este tipo de historias no son exclusivas de dibujos animados, ya que la realidad supera con creces la ficción y más cuando esta está basada en ella, como es el caso de Los Simpson. Porque en nuestra realidad además de muñecas Stacy Malibu también contamos con políticos Stacy Malibu. Muestra de ello es la presidenta de la Comunidad de Madrid, quien el otro día accionó su anilla trasera y dijo: “Yo como soy mujer puedo hacer dos cosas a la vez” para referirse a que iba a poder compatibilizar las responsabilidades que suponen el cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid con las de presidenta del Partido Popular también en la Comunidad de Madrid. Los que estaban allí la aplaudieron, vitorearon y rieron su comentario. Todo sucedió al más puro estilo del mundo Stacy Malibu.
Pues eso: frases estúpidas para gente estúpida. Superventas en las urnas.
Elromeroenflor
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