La constante silenciosa
Una de las imágenes más expresivas de la semana ha sido, sin duda, la de una anciana buscando en unos contenedores de basura mientras pasaban delante de ella un grupo de manifestantes, envueltos en banderas españolas y gritando el lema “libertad” indiferentes a la privación e indigencia de la señora. Como si fuera una de las más elocuentes ilustraciones satíricas de Quino, el creador de Mafalda, este suceso retrata muy bien, con gran dosis de ironía, a parte de nuestra sociedad. Porque que la derecha reivindique nada más y nada menos que libertad, comportándose con su habitual vehemencia nacionalista e indiferencia despiadada hacia los más vulnerables, es bastante irónico. Sin embargo, más allá de esta caricatura, la imagen también muestra una constante silenciosa, origen, a mi modo de ver, de muchos de nuestros desencuentros convivenciales: la oposición que supone la mirada del ser egoísta y su contraria, la empatía. En el relato de Caín y Abel ya lo expresé, no como tema principa